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¡Un paraíso natural al alcance de todos!

El Puerto de Navacerrada se encuentra a 1.700 metros de altitud, siendo el más alto de la Sierra de Guadarrama y uno de los mayores de España.

Este paso natural entre los 7 Picos al oeste y la Bola del Mundo al este,  uno de los pasos más concurridos de la zona y fue paso de reyes para ir de Madrid a La Granja de San Ildefonso. En sus laderas podemos encontrar el Valle de Valsaín al norte y el de Navalmedio al sur.

Pero lo que más nos atrae del Puerto de Navacerrada son sus más de 1400 kilómetros de pistas. Es una de las pistas más antiguas de España  y es genial para escaparte un fin de semana y disfrutar de la nieve.

Hay pistas para todos los niveles, El Escaparate y El Bosque, son de las más conocidas y las más fáciles si eres novato. Si quieres algo más de emoción, tienes Telégrafos que es una pista roja de cierta dificultad y si te atreves, puedes dirigirte en dirección a La Bola del Mundo y lanzarte por las pistas de Guarramillas.

En los  montes de Navacerrada o Cercedilla tienes infinitas posibilidades para pasarlo en grande porque si no eres aficionado al esquí, puedes hacer senderismo, escalar, montar en bici de montaña o incluso dar un paseo a caballo. O simplemente dar un paseo tranquilo en plena naturaleza que te llenará de energía y te hará sentir en paz con el mundo.

Su leyenda…

Existe una leyenda que habla de un tesoro perdido en lo más profundo de sus montañas. Según la historia, hace siglos, un grupo de valientes guerreros ocultó un botín de incalculable valor en una cueva secreta de la zona.

Se decía que el tesoro estaba protegido por un espíritu guardián, una criatura mitológica conocida como el «Guardián de los Montes». Se decía que este ser era gigantesco, con una fuerza sobrenatural y la capacidad de transformarse en diferentes animales para proteger el tesoro.

Se decía que solo aquellos con un corazón noble y puro, movidos por un verdadero deseo de ayudar a otros, podrían superar las pruebas que el Guardián de los Montes les presentaba. Aquellos que lograban superar los desafíos eran recompensados con el acceso a la cueva secreta, donde encontraban riquezas inimaginables. Sin embargo, se decía que aquellos que buscaban el tesoro por motivos egoístas o codiciosos, sufrían terribles consecuencias y eran incapaces de encontrar la entrada a la cueva.

Hoy en día, la leyenda perdura y sigue atrayendo a valientes buscadores de tesoros, deseosos de vivir una gran aventura y descubrir los secretos ocultos de los Montes de Navacerrada. ¿Te atreverás a unirte a la búsqueda del tesoro perdido?